Ese hombre que va al otorrino y le dice al médico:
-Doctor, doctor...tengo un problema en los oídos. A veces oigo zumbidos imprecisos y golpes a lo lejos. ¿Qué hago?.
El médico lo mira y acercándole un frasco le dice:
-No se preocupe, tenga estas gotas y póngase 2 gotas en cada oído cada día y vuelva en una semana.
A la semana siguiente vuelve el hombre al médico y al entrar en la consulta le pregunta el doctor al paciente:
- ¡Hombre!, ¿Qué tal va con los oídos?...
Y el hombre sonriendo le contesta al médico:
-¡Uy!...Mucho mejor doctor...Ahora oigo los zumbidos y los golpes con muchísima más nitidez...